¿Es el fin del cine analógico)



El cine analógico es el cine "de toda la vida" pero en los últimos años la nueva tecnología ha ido sustituyendo a la película fotoquímica por el formato digital, las cámaras digitales tienen una nueva estética que día a día, se reinventa cada vez más y evoluciona de un modo que dejará olvidada a la película fotoquímica en un futuro.

El cine digital es más moderno, lógicamente. Las cámaras digitales están formadas por un sensor en su interior detrás del objetivo formado por píxeles, la luz atraviesa y entra en contacto con ellos, generando la información de la imagen (a más pixeles más detalle, más contraste de colores y mejor calidad) con el fin de dar una mejor experiencia a la hora de ver una película. Lo bueno del cine digital es que precisamente al ser digital y no físico como el celuloide, podemos utilizar este soporte cuantas veces queramos y siempre ofrecerá la película en la misma calidad, sin preocuparnos por el desgaste.

Si hablamos de las diferencias entre un formato y otro comparándolos, para el cine analógico son necesarias toneladas de metrajes; cada rollo de película nos ofrece la posibilidad de grabar unos 10 minutos aproximadamente, esto conlleva elevados gastos solamente en rollos, hace falta un proceso de revelado en laboratorio con la posibilidad de que el negativo se dañe, y a diferencia del cine digital, en el que tienes la posibilidad de trabajar con monitores desde los que ves como está quedando la toma en el momento, en analógico el copión puede traicionarte, tenemos que esperar hasta el día siguiente para verlo revelado y estamos con la duda de si “¿habrá quedado bien?”; es como pintar un cuadro con la luz apagada.
El montaje trabajando con película fotoquímica es manual, se corta y se empalma manualmente, en ocasiones los dedos llegaban a sangrar y se manchaban los negativos, lo que no pasa en digital que para el montaje “basta con pulsar un botón”.
Rodar en digital empezó a ser más barato y se incrementaron el número de películas, con la aparición de las videocámaras, y cámaras réflex que graban video fue posible ofrecer a la gente la oportunidad de narrar y grabar sus propias historias.

A día de hoy en EE.UU hay 10.000 proyectores digitales y se prevé que en 2015 habrán aumentado hasta los 100.000 proyectores. En España, según la FECE (Federación de Exhibidores Cinematográficos de España) en 2011 había 1.022 pantallas digitalizadas (735 en 3D), lo que supone un 26,4% del total.

Vivimos en una época en la que hay que saber de tecnología ya que ésta se encuentra evolucionando constantemente; el ser humano se preocupa por medio de sus conocimientos sobre el mundo a garantizar y mejorar su nivel de vida, mediante un desarrollo constante de la ciencia.
Las salas de cine están siendo “abandonadas” cada vez más porque ya no sólo tenemos la posibilidad de ver una película en una de ellas, sino que podemos descargarlas de internet y verlas en nuestros ordenadores, Ipod’s, tablets… ahorrándonos de este modo pagar la entrada de cine que cada vez va estando menos al alcance de la gente, y si es verdad que una película descargada de internet no te ofrece esa magia que te da una sala de cine con su pantalla enorme y sus efectos de sonido que desde que arranca la película y se apagan las luces nos invade, del mismo modo, por mucho que nos equipemos con una gran televisión FullHD y un buen reproductor doméstico, no es comparable a vivir una experiencia en la sala. En ocasiones ver una película en el cine y volver a verla en DVD en casa son experiencias muy distintas para una misma película.

Si es cierto que cada vez nos gusta ver imágenes más limpias, sin ruido ni grano, y por eso nos encantan las películas grabadas en formato digital, pero no nos olvidemos que ese ruido y/o grano aporta el toque cinematográfico que hace que algunas películas tengan esa magia tan especial
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Leticia Santos Armajach.
1º Producción T

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